Ya corrió demasiada agua bajo el puente de la historia desde aquel 1° de mayo de finales del siglo XIX en el que obreros de distintas ciudades de Estados Unidos reclamaban "8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas para la recreación".
Aquel mínimo de dignidad que se reclamaba tuvo un final de capítulo trágico, del cual surgió la conmemoración del día de los trabajadores. En todos estos años, el mundo del trabajo se diversificó: al fabril se le agregó el de oficina y el rural; luego el del sector servicios; más tarde se reconoció el trabajo intelectual además del físico. La cultura digital incorporó nuevos matices, se nos hizo común empezar a hablar de teletrabajo. La economía se amplió y por el camino fue surgiendo el trabajo en negro y el informal.
Hoy nos deben escandalizar los niveles de desocupación, pero también el hecho de que muchos trabajadores establecidos no cobren lo suficiente para sobrellevar una vida que reconozca aquella proclama del siglo XIX.
Tristemente, la expresión "trabajo esclavo" se nos ha vuelto familiar. Lo mismo pasa con "trabajo mal pago" o con la desigualdad que afecta a las mujeres y a los jóvenes.
Entiendo que la fecha nos debe interpelar a dirigentes y ciudadanos, no importa la simpatía partidaria que tengamos.
A 40 años de la recuperación democrática, tenemos que pensar en darle una nueva centralidad al trabajo como programa de vida y como programa social, articulador de las individualidades a un proyecto colectivo.
El trabajo no es sólo estadística o frío indicador para un análisis de laboratorio, dignifica a las personas y la calidad de trabajo habla de lo que una sociedad es capaz de generar.
Sin embargo, en vez de preguntarnos cómo producir una soberanía alimentaria que le dé autonomía y dignidad a los ciudadanos, se nos va el tiempo en ver cómo comprar alimentos desde el Estado para aquellos que tienen el acceso limitado a un plato diario de comida; en vez de debatir sobre los contenidos curriculares y estrategias educativas que demanda el siglo XXI, estamos detrás de conseguir el presupuesto mínimo para que las escuelas funcionen. Y así con todo.
Volvamos a discutir las políticas públicas con mayúsculas, esas que modelan una nueva sociedad, con más oportunidades para todos, en un país más justo, más libre y más soberano.
Por Jorge Maier - Diputado provincial Juntos por Entre Ríos
La vicegobernadora Alicia Aluani, junto al intendente Luis Alberto Fleischer, participaron de la celebración del día del patrono de la ciudad, San Lucas Evangelista. La fecha es muy significativa para la feligresía y el sentir luquense.
El gobernador Rogelio Frigerio estuvo este sábado en la localidad de Ibicuy, donde recorrió las instalaciones del puerto y analizó las obras de infraestructura planificadas para fortalecer su capacidad operativa y promover el crecimiento productivo de la región.
Con el objetivo de fortalecer el desarrollo de la acuicultura como actividad productiva sustentable y de promover el intercambio de conocimientos entre productores, técnicos e instituciones, se desarrolló una jornada entrerriana de Piscicultura en La Paz.